Cuando la moda se convierte en una nueva cultura: Pissarro y el Manga

Aún con la resaca de la celebración de la noche anterior y después de habernos encontrado cientos de brujas y demonios pululando por las calles de Barcelona, decidimos desintoxicarnos un poco e ir a ver al día siguiente la exposición que sobre Camille Pissarro organiza CaixaForum Barcelona. Un poco de arte impresionista matutino no viene nada mal y si, impresionados nos quedamos pero no precisamente por los cuadros del genial pintor. Subiendo hacia Montjuïc topamos con las colas que se habían formado para visitar el XIX Salón del Manga de Barcelona.

Parece que no faltaba nadie. Personajes de manga (por cierto se llaman otakus) se citaron en las puerta del Salón disfrazados de series japonesas nuevas y antiguas como Dragon Ball o Los caballeros del Zodiaco. Las colas se alargaban desde Plaza España hasta las faldas de la montaña. Impresionante.

Y aunque tras el éxito de años anteriores se ha doblado literalmente la superficie dedicada a este certamen (35.000 metros cuadrados) parece que siguen teniendo problemas de aforo y a las tres de la tarde se tuvieron que dejar de vender entradas hasta el día siguiente.

Por cierto, maravillosa exposición sobre Pissarro, auténtico pionero del arte moderno. Gracias a Dios estaba llena. Siempre nos quedará el consuelo de que la belleza es perdurable ¿no creéis?